Ponferrada se ha convertido en el epicentro de la lucha contra el cambio climático con la celebración de la “Convención por un Pacto de Estado frente a la Emergencia Climática”, que concluyó el pasado martes, día 14 de octubre, con el anuncio de la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), Sara Aagesen, con el acuerdo de que este encuentro se celebre con carácter anual en Ponferrada para evaluar avances y abordar retos pendientes.

Durante dos intensas jornadas en la instalaciones de la La Térmica Cultural (Ponferrada, León), la Fundación Entretantos junto a otros representantes institucionales, empresas, entidades sociales, sindicatos, expertos y jóvenes ha trabajado para construir los cimientos de un acuerdo dirigido a trascender ciclos políticos y afrontar con unidad lo que “in situ” se calificó como «un desafío de supervivencia».

Diálogo multidisciplinar y mesas técnicas

Las jornadas reunieron a diversos actores en un intenso día de diálogo y cooperación. Durante la sesión plenaria se subrayó la necesidad de actuar conjuntamente, con coherencia y poniendo a las personas en el centro de la acción climática. El rigor científico y el conocimiento técnico se reivindicaron como pilares esenciales para orientar las políticas públicas.

FOTO (María Turiño – Fundación Entretantos). Las ágoras de participación permitieron recoger las conclusiones de jóvenes, ciudadanía ante emergencias, municipios y empresas. De estos debates surgieron ideas clave para el futuro Pacto de Estado: el compromiso de la juventud, la importancia de fortalecer la preparación ciudadana ante fenómenos extremos, el papel de los municipios como primera línea de adaptación y la voluntad del tejido empresarial de avanzar hacia una economía descarbonizada.

En las ágoras de entidades sociales y medioambientales, la Fundación Entretantos trabajó junto con otras organizaciones, en los aspectos relacionados con participación y legitimación del proceso, poniendo el acento en que la planificación y gestión de los territorios agrícolas y forestales de España necesita de la participación e implicación activa de la población vinculada a esos territorios y a los sectores productivos del medio rural. 


Los grupos de trabajo en los que participó nuestra fundación, se centraron en las siguentes aportaciones:

Eje 1, sobre avanzar hacia un modelo de gestión forestal adaptado a las realidades sociales, económicas y climáticas del siglo XXI

Eje 4, Ante el establecimiento de un sistema de ayudas económicas, incentivos fiscales y servicios reforzados en el mundo rural para potenciar su poblamiento, robustecer su contribución a la protección y restauración de la naturaleza, y favorecer su adaptación a los diferentes escenarios que plantea el cambio climático)

Eje 5, de cara a potenciar las contribuciones de los sectores forestal y agropecuario a la prevención y mitigación de los eventos climáticos extremos.


A continuación desglosamos algunas de nuestras propuestas:

    • Recuperar la importancia de la  cabaña de ganadería extensiva en los montes y pastos, como una forma viable, sostenible y descentralizada de intervenir en el espacio forestal. La ganadería extensiva es una herramienta fundamental para trabajar la prevención de un modo activo y eficaz gracias a la acción de control de la  vegetación que realizan los animales, el mantenimiento de infraestructuras hídricas y de acceso, el incremento de la vigilancia en el  monte, la accesibilidad y la transitabilidad. Aunque también hay que señalar que por sí misma, no constituye la única solución para los incendios forestales.
    • Impulsar políticas alimentarias territoriales que conecten producción agroecológica local, con consumo responsable mediante circuitos cortos, compra pública sostenible, gobernanza alimentaria participativa y cambio cultural en el consumo y la dieta.
    • Promover la reforestación con bosques mixtos, mosaicos de vegetación y especies resilientes al fuego, la gestión activa de los montes mediante tratamientos silvícolas preventivos y el aprovechamiento sostenible de los recursos forestales. Lo importante, además de generar este paisaje en mosaico, es mantenerlo; y para eso es necesario que estén vinculadas a actividades productivas rentables por sí solas o ayudadas con subvenciones directas públicas o pagos por servicios ambientales.
    • Integrar sistemas silvopastorales en la planificación forestal, fomentando la ganadería extensiva como herramienta de gestión mediante pastoreo dirigido, creación de mosaicos paisajísticos y reducción de combustible vegetal.
    • Desarrollar Plan Nacional de Pastoreo Dirigido para Prevención de Incendios, con apoyo técnico, formativo y económico estructural a ganaderos extensivos, incluyendo trashumancia y el pastoreo estacional, a la vez que se establece, con los agentes implicados, una definición de ganadería extensiva que se recoja en las aplicaciones legislativas sectoriales y ponga en valor los servicios ecosistémicos que ofrece.
    • Priorizar apoyo a actividad agroalimentaria de pequeña y mediana escala vinculada a producción ecológica certificada, como sistema prioritario con reconocida capacidad de mitigación y adaptación. Apoyo a la creación de circuitos cortos de comercialización de productos agroecológicos y forestales.
    • Crear programas de reconocimiento y compensación económica (pagos por servicios ecosistémicos), para comunidades rurales y sectores productivos que mantienen paisajes resilientes y gestionan activamente la prevención de riesgos, como la ganadería extensiva.

 

Hacia un futuro resiliente

La convención concluyó con la puesta en común de las conclusiones de las Ágoras, que se trasladaron a los responsables de la redacción del primer borrador del pacto de estado que, junto a otros trabajos científicos y de otras entidades, sobre los que se trabajará para que converjan y poder construir así, con las aportaciones de todas las miradas las líneas de desarrollo de cada eje. 

Desde la Fundación Entretantos somos conscientes de que estamos en un nuevo escenario, diferente a los anteriores. Este nuevo escenario supone un cambio de paradigma en todo lo que creíamos que sabíamos, con un comportamiento del fuego impredecible que ha llegado a calcinar bosques de ribera o pastizales.

Sabemos que no hay medios suficientes para esta situación, pero es que los incendios ya no van a ser como antes y la sexta generación requiere de otras medidas que van más allá de los recursos para la extinción: necesita una prevención activa, permanente y eficaz y asumir una situación de riesgo constante que requiere la implicación de toda la sociedad.