La ciudad de Glasgow y la de Barcelona se unen en el 7ª Foro Global del Pacto de Milán para fortalecer su compromiso de acción climática a través de políticas que mejoren el sistema agroalimentario actual. La ciudad de Barcelona es la capital Mundial de la Alimentación sostenible en 2021 y la ciudad de Glasgow acogerá estos días la Conferencia sobre Cambio Climático (COP26) de las Naciones Unidas.

Para ello se ha lanzado el reto de Barcelona para la buena alimentación y el clima (the Barcelona Challenge for Good Food and Climate), que pretende abordar tanto la mitigación de los efectos climáticos del sistema alimentario (la reducción de los gases de efecto invernadero que provocan), como su adaptación a la emergencia climática para hacer a estos sistemas más resilientes en los próximos años. Las políticas alimentarias locales, promovidas por las ciudades y los municipios, pueden promover la acción climática, asumiendo incluso más compromisos que sus propios países en las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, emisiones nacionales de gases de efecto invernadero), base del Acuerdo de París frente al cambio climático.

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Los objetivos del Reto de Barcelona son transformar los sistemas agroalimentarios locales para garantizar el acceso a dietas suficientes, sostenibles, saludables y nutritivas para todos, evitando así la vulnerabilidad alimentaria y potenciando la justicia alimentaria. Y basa sus acciones en cada una de las 6 categorías del Pacto de Milán.

El Barcelona Challenge presenta un conjunto de herramientas para estimar la magnitud de la reducción de las emisiones de GEI de las políticas alimentarias adoptadas por las ciudades comprometidas con el Desafío, así como estimar otros beneficios multidimensionales (beneficios socioecológicos y rendimientos económicos) de la adopción de acciones específicas para ofrecer dietas saludables y sostenibles para todos.

Un cambio a dietas basadas en plantas, alimentos sostenibles y de origen local, y una reducción del desperdicio de alimentos pueden contribuir en gran medida a la mitigación y adaptación al cambio climático, además de asegurar un abastecimiento de alimentos saludables a todas las personas. Un cambio hacia sistemas agroalimentarios locales puede reducir en un 15% las emisiones globales de GEI de las ciudades.

El Barcelona Challenge está promovido por el Ayuntamiento de Ayuntamiento de Barcelona, la Red de Ciudades por la Agroecología (España, cuya Secretaría Técnica la lleva la Fundación Entretantos), el Pacto de Política Alimentaria Urbana de Pacto de Política Alimentaria Urbana de Milán, el C40, Terres en villes (Francia) y Sustainable Food Places (Reino Unido).