En la web del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, ya se puede descargar el Perfil Ambiental de España 2011. Se trata de una visión sintética, basada en la evolución de una serie de 78 indicadores, del estado del medio ambiente en España, y que se viene publicando desde hace 8 años con la intención de analizar la evolución del comportamiento ambiental de este pais a lo largo del tiempo.

Una mirada rápida a este documento permite hacer un seguimiento de cómo, por ejemplo, suben o bajan las emisiones de gases de efecto invernadero, el consumo de fertilizantes o el número de viajeros que utilizan el avión con el paso del tiempo. Se supone que se trata de información de síntesis que permite hacerse una idea sobre si nuestra sociedad se aleja o se acerca a la sosteniblidad de su comportamiento ambiental.

Pero si buscamos una referencia social en estos indicadores, nos encontraremos con la peculiaridad de que apenas son contemplados en este informe. Solo un indicador de los 78, se pregunta por la parte social de la ecuación socioambiental de nuestro país. Se trata del indicador ‘participación ciudadana en sostenibilidad urbana‘ (Por cierto ¿es que no se participa en la sostenibilidad rural?). Pero quien busque en éste indicador, información sobre la implicación social en las cuestiones ambientales de la ciudad, o los resultados de una encuesta de percepción o de hábitos sociales sobre estos temas… se llevará otro pequeño chasco: este indicador, en realidad, lo que mide es el número de municipios que están incluidos en alguna de las redes de municipios para el desarrollo sostenible que hay en el Estado Español. Ni más ni menos.

De esta manera, la participación social, la implicación ciudadana, la formación o la educación parece que siguen sin ser parámetros de interés para analizar el tránsito a la sostenibilidad que quieren medir este tipo de documentos. Un vacío inexplicable, que no parece que tenga demasiado que ver con los retos a los que se enfrenta nuestra sociedad y su medio ambiente, que precisa más un cambio de paradigma y de enfoque social que otra cosa. Y sin esa información, sin saber qué pensamos sobre el medio ambiente y cómo lo pensamos, poca cosa vamos a poder avanzar en ese viaje compartido que es la sostenibilidad.