Colectivos y ciudadanía interesada en otras formas posibles de hacer comunidad y territorio, se reunieron en la Biblioteca Pública de Cáceres, para continuar reflexionando sobre el potencial del municipalismo transformador en la región, conocer algunas experiencias regionales y estatales que están trabajando en ello, y algunos instrumentos y prácticas que pueden ayudar en la acción.
El día estaba frío y húmedo, y la biblioteca pública se antojaba como un espacio acogedor y cálido. Poco a poco fueron llegando las personas y colectivos que, pese al gris del día, que parecía acompañar la tristeza alojada en nuestras almas por el varapalo a los derechos civiles recién servido en una región hermana, buscaban encontrarse con otras que aún creyeran en la posibilidad de la apropiación institucional. Nos ajustamos y nos dimos margen durante toda la jornada, de lo previsto a lo posible y deseable para quienes allí estábamos. Una bonita y necesaria práxis, reflejo del “poner la vida en el centro” como modus operandi. Así, comenzamos un poco más tarde, cuando la audiencia empezó a ser un poco más amplia.
La Fundación Entretantos y Redinam, se ocuparon de abrir el encuentro, por un lado, haciendo memoria de la trayectoria desarrollada en Extremadura desde el pasado año, en esta red que comienza a tejerse, y por otro contando las que se tejen en escalas territoriales más amplias, estatales, con el digno objetivo del apoyo mutuo y el intercambio de conocimientos. También hablando de cómo en este momento las preguntas en estas amplias redes giran en torno a ¿quiénes hacen municipalismo transformador?, ¿qué ha pasado entre agentes municipalistas en este último ciclo? y ¿cómo se podría mejorar esta relación para fortalecernos?
Ángel Calle recordó las razones y la urgencia por las que desde Redinam se apoyan estos procesos y prácticas municipalistas, tales como la necesidad de adaptación y resiliencia ante el colapso energético y el cambio climático global, o las recesiones que se avecinan, ante las que solo las políticas de proximidad y relocalización de las economías que supongan una salida al autoritarismo, tejiendo solidaridades que den protagonismo a los movimientos sociales, podrán suponer una alternativa al caos. Si esto se trabaja biorregionalmente, con una verdadera estrategia bottom-up, donde los gobiernos locales, únicos que por otro lado aún tienen cierta legitimidad como institución entre la ciudadanía, construyan junto con los movimientos sociales, de manera radicalmente democrática, formas de vida dignas para todas, entonces, quizá entonces, podremos adaptarnos al cambio profundo que nos tocará sobrevivir y hasta ser felices.
Posteriormente tuvimos una mesa redonda en la que pudimos escuchar a tres experiencias que nos situaron de maravilla con sus prácticas en todas estas cuestiones que abrieron nuestro apetito durante la inauguración. En primer lugar, Marisa Prudencio, de la asociación Mujeres Sembrando, de Mérida, abrió el debate hablándonos desde la experiencia del Sitio de las Mujeres.Ella nos habló de dignidad de la vida, de pobreza y exclusión, de cómo son estos de los pocos ámbitos que por desgracia protagonizamos las mujeres, de la urgencia de pasar de la caridad a los derechos fundamentales, de la mala organización de los bancos de alimentos que no relocalizan economías, de las dependencias que generamos con las instituciones cuando entramos a la lógica de las subvenciones…
Luego Santiago Campos, nos habló de una audaz y famosa plataforma municipalista, Valladolid Toma la Palabray su organización, del proceso para construirse, del agotamiento de los representantes, de algunos límites que encontramos al llegar a las instituciones, del triángulo en que pueden situarse los movimientos sociales (disidencia-resistencia-incidencia) y si el posicionamiento es consciente y la decisión colectiva y cómo esta visión nos puede ayudar, del moverse entre lo posible y lo deseable y situarlo bien para evitar la frustración, y nos llevó a la reflexión sobre qué pasa cuando el ciclo de participación está bajo con quienes no pueden bajarlo, ¿les cuidamos, les relevamos?…
Por último, Ricard Vilaregut compartió con nosotras sus reflexiones sobre este ciclo municipalista que él vivió intensamente y desde dentro de Guanyem Badalona en Comú, y porqué en el contexto de Barcelona y su área metropolitana, ante la crisis y después de tanto trabajo desde los movimientos sociales que podrían considerarse un exitazo con cuestiones como la PAH, en 2014 se valora que hay que cambiar y pasar de la resistencia a la incidencia, ganando peso la hipótesis institucional con mucho consenso. Se arma gorda e interesante en Barcelona, Badalona y muchas otras ciudades, desde los movimientos sociales, en la apropiación institucional. El ambiente da para ganar. Pero cuando se llega, no se estaba preparada para lo que había. Ricard comparte cómo se vive ahora todo lo que se ha conseguido desde la plataforma (principalmente en feminismo, movilidad y participación ciudadana), lo que se siente que se ha impedido al estar (por ejemplo, salir de lógicas de seguridad, limpieza y propaganda institucional como principales inversiones), y de muchas otras trabas que se encontraron como el entramado burocrático y jurídico sistémico. También han quedado algunas otras sensaciones de todo este ciclo como que el no haber utilizado el aparato comunicativo institucional, por evitar el populismo, puede haber supuesto una pérdida de espacios de comunicación con la ciudadanía, o que de algún modo se haya contribuido a descapitalizar a los movimientos sociales y a la relajación de los mismos. No obstante, un éxito de este ciclo señalado por todas ha sido la capacidad de instalar nuestra agenda en los partidos convencionales.
Tras esta mesa tan interesante, en la que el público pudo debatir sobre las cuestiones planteadas con los ponentes, ajustamos nuestro programa a los tiempos y asistentes, y tuvimos un par de píldoras formativas. Santiago Campos, nos explicó las potencialidades y metodología empleadas para la construcción de unos presupuestos participativos que en Valladolid, que ya van a por el tercer año de implementación, y después Begoña Lozano y Gonzalo Palomo nos explicaron qué es una cooperativa integral como Actyva, y cuál es su vínculo con la relocalización de las economías, desde las alimentarias a las de servicios, haciéndolas por tanto imprescindibles en la construcción de un municipalismo transformador.
Para descansar, reponer energías y conocer precisamente experiencias que son ejemplo en cuanto a las práxis que pretende fomentar el municipalismo, todas disfrutamos de una estupenda comida conformada por alimentos de origen local y ecológicoen el local de Actyva, donde también pudimos conocer todos los productos textiles derivados de la lana de las ovejasque la cooperativa tiene en la propia localidad.
Para cerrar la tarde y despedirnos, Ricardo Sosa, del Colectivo CALA, dinamizó un taller maravilloso, en el que, de manera muy práctica y enriquecedora, pudimos aproximarnos a lo que llamamos “Prácticas Imprescindibles para poner la vida en el centro” y que tiene que ver con la manera de construir grupo, de escucharnos y comunicarnos, y de organizar los tiempos para asegurarnos que todas estamos bien, que todas pueden participar y que estamos cuidando a cada vida que forma parte del grupo para que nadie se queme en el proceso…
Con este taller decidimos concluir las jornadas, celebrar con un brindis en tan hermosa ciudad el encuentro, intercambiar nuestros emails y seguir tejiéndonos juntas… Si quieres formar parte de este grupo que seguirá pensando de manera colectiva qué quiere o puede hacer en próximas ocasiones, y compartiendo información sobre lo que ya hace, o pidiendo ayuda/apoyo para lo que necesita, puedes solicitar la incorporación al mismo en municilabex@googlegroups.com
Iremos colgando en nuestro canal de Youtube los vídeos de las intervenciones, por el momento, os dejamos un resúmen